Manteca: “A la mañana del tercer día”

Durante los dos días siguientes llovió intensamente. Ya el segundo día amaneció con una cortina de agua y charcos grandes. Las calles parecían cauces de agua, y el sonido de la lluvia se había vuelto…

El Lobo de la Arístides Street – Cuarta…

Javier no podía ocultar su preocupación ante la ausencia de Fernando en la concesionaria. Decidió dejar de preguntarle a la recepcionista para evitar que el problema se hiciera más grande de lo que ya era.…

Manteca: «El gurú»

El cura caminaba por el pasto todavía húmedo del rocío. Seis y veinte de la mañana. La cancha amplia y vacía se veía de un turquesa apagado sin el sol. El ruido de sus pisadas…

Manteca: «Cuerpo a tierra»

Los jugadores fueron llegando a la cancha y se colocaban en posiciones que ya conocían, aunque desde afuera parecían estar llenando el campo de un recital de los Redondos. Cuando todos los jugadores hubieron ocupado…

Todos los viernes del mundo – Parte 5

Mercedes, negrita, y un poco más: Llueve, veo pasar los autos, busco en ellos a alguien, no sé bien con que alguien me voy a encontrar… estaría bueno por ahí, encontrarme con alguno bailando, cantando…

Manteca: «El picadito ese…» (2da temporada)

***** Una introducción obligatoria. Por razones de carácter personal Manteca debió ser interrumpido  hace varios meses, por lo que me disculpo ante los que hayan estado siguiendo esta historia, y ante todo el staff del Mendo. Pero jamás dejé una historia sin terminar. Le prometí…

El Lobo de la Arístides Street– Tercera Parte

Javier no podía imaginar de qué manera sería posible gastar diez mil pesos en una noche. Todavía le dolían esos ciento cincuenta pesos que había tenido que pagar aquella vez que entró tardísimo con sus…

Todos los viernes del mundo – Parte 4

¿Qué pasa? No veo nada, todo está muy oscuro ¿qué pasa? Logro vislumbrar pobremente un haz de luz que se cuela a través de mis parpados. El sol, cálido, después tibio, después no tanto. ¿Dónde…

Todos los viernes del mundo – Parte 3

Negrita mía: No sé por qué de entrada puse ese título posesivo a esta carta, será que tengo ganas de tenerte, bueno, no es ninguna novedad, Mercedes. ¿Te acordás como nos conocimos? Si ¿cómo no…

El Lobo de la Aristides street – parte…

Ante la mirada atónita de Javier Borrello, Fernando De La Torre peinó dos líneas de cocaína con la misma naturalidad con la que el Rolo, el carnicero del mercadito chino de mi barrio, corta la…

Todos los viernes del mundo – Parte 2

Para leer la primera parte: Todos los viernes del mundo - Parte 1 Ramiro: Tu risa tenue suena al son de la cantata de los pajaritos de mañana, ahora tengo unas plantitas en el patio de…

Todos los viernes del mundo (Primera entrega)

Mercedes: Me parecía un esnobismo y una obviedad poner “Querida Mercedes”, está más que claro que te quiero, aunque no sé si alguien más te estima, más o menos, no importa. No sé para que…

Paraíso: La noche sin límites

¨Si estás leyendo es porque muy bien no deben haber ido las cosas. Mi oferta es ilimitada, no se trata solamente de monedas, sino de una protección plena. Solo tienes que llamarme y te daré…

Paraíso: Sofía y cía

–Cuando gustes –le dijo Samantha, observándolo por sobre su hombro, montada en cuatro patas sobre alguien que no se dejaba ver, y sin más nada que una cadenita de la Virgen de Guadalupe sobre el…

Paraíso: La Cava

La geografía de Chacras de Coria se hidrataba con el agua que caía incesante. Su mix entre calles de asfalto y tierra, escondían cualquier referencia y en cada esquina renacía el cacheo para la siguiente…

Paraíso: El Asesino

Las ganas de volver al pueblo nunca habían coincidido con las posibilidades concretas de hacerlo, para Víctor. Su buena posición laboral, la valorización de sus conocimientos en el exterior y algún romance frustrado, eran excusas…