Siento tibio y frío, debo haberme quedado dormida para ir a trabajar ¿Es la mañana? ¿O todavía es de noche? No lo sé, deberé abrir los ojos para averiguarlo, cuesta tanto, creo que no puedo,…
Caleidoscopio: «Yo soy Cortés»
Pranna abrió la tranquerita de su casa y llegó hasta su puerta que encontró cerrada. “Deben estar esperándome en el fondo”, pensó con amargura. No entró, no quería hacer lo que haría si estuviese distraído.…
Caleidoscopio: «¿Quién sos en realidad?»
Era un camino de tierra, con cascotes, pozos y huellones resecos de algún camión que habría pasado el único día de lluvia que podría haber en ese desierto de sol ardiente. Solo algunos arbustos retorcidos,…
Caleidoscopio: «El encuentro»
Miguel masticaba horas cada bocado mientras clavaba los ojos en Cami. Se había preocupado por lo que le gustaba Cami, lo que más le preocupaba es que la conocía bien, y era de las mujeres…
Caleidoscopio: «El vestidito»
—Cami, no te puede quedar tan bien ese vestidito. —Gracias, Miguel. La galería de arte mostraba desde afuera tres esculturas de Miguel y a él ya le empezaba a molestar. Él no era un estafador,…
Caleidoscopio: «Cuarenta cuadras»
Pranna cerró los ojos e intentó dormir, aunque ya sabía que no lo iba a conseguir. Cada vez que lo hacía su cabeza volvía a repasar todos los últimos acontecimientos. Y otra vez lo hizo,…
Caleidoscopio: «Como un niño de trece años»
Vero llegó hasta la cocina y lo vio a Fran preparando dos tazas de café y una bandeja con tostadas y mermelada. Se apoyó en el marco de la puerta y lo miró un rato.…
Caleidoscopio: «El Rayo»
Fran entró al dormitorio y Vero, tapada, lo miró llegar. —Te traje la comida, Vero. Es todo sano, te va a hacer bien. Pero la cabeza de Vero era un lavarropas que iba y venía…
Caleidoscopio: “Plan B”
Dejó los cubieros y juntó sus manos en un puño iluminado por las llamas de las velas y cubriendo su boca, dejando asomar entre los nudillos sus ojos verdes. El sonido del murmullo y de…
Caleidoscopio: «Mi galante compañía»
— ¡Vero…! Vero ¿qué hacés acá? Vero no hablaba. Dudaba. No podía ser. Sintió rechazo, la estaban engañando. Sus ojos se hicieron brillosos, luego acuosos, la estaban engañando, se había dejado sorprender, Fran no podía…
Caleidoscopio: «Ese punto eterno»
Miguel Robles entró al despacho con una sonrisa divertida. En Roma ya estaba haciendo frío y se quitó la campera que tiró sobre un sillón. La calefacción era buena. —¿Y…? ¿Cómo viene todo, Miguel? —…
Caleidoscopio: “Como dos Adanes”
Fran no se enteró en el momento. Como todos se enteró mucho después. En ese momento a él le estaban pasando dos cosas muy fuertes: Ella, “la” Fran, le había tocado la mano en secreto,…
Caleidoscopio: “No había nadie en esos ojos”
Fran salió de la reunión y al rato lo alcanzó Pranna. —Muy bien, Fran. Estuviste muy bien. —No, Rafa, hice agua, pero me doy cuenta de que me falta poco. —Nunca pretendí que des una…
Caleidoscopio: “El amigo de un amigo”
Vero llegó a Roma consciente de que le había dicho a Cami que iba para Madrid. El “detalle” era para saber por dónde podría llegar a enterarse que estaba en Roma. Tramperas para la rata…
Caleidoscopio: “Un continente de género”
Vero volvió a la cama con la cabeza revuelta. Pranna le había metido tantas cosas… ¿Robles estaba actuando de la manera en que lo hacía para desaparecer? ¿Qué es lo que haría Pranna para desaparecer…
Caleidoscopio: “¿Se pagará el pasaje…?”
Vero se fue de la embajada de Italia contenta y frustrada al mismo tiempo. El dato de que Vittoria viviese con Robles era importante, pero en ese momento la interrumpieron y no consiguió volver a…
Caleidoscopio: “Quién es Miguel Robles”
Cami hablaba cómoda, lejos estaba en sus gestos y su mirada la inseguridad que reflejara cuando Lozano le había dicho que terminarían con el programa de exportación de arte nacional. Sus manos bailaban en el…
Caleidoscopio: “A espaldas del dolor”
Vero entró al despacho y se sentó. -Contame cómo les fue en Roma–dijo Rafael Pranna. -Bueno, ya sabés… nos acostaron con la reunión. -Sí, pero cómo fue. -Bueno, un tipo llamado Chango, que es directivo…
Caleidoscopio: «¿No confías en mi?»
La mesita de plástico estaba escondida por un mantel blanco con bordados también blancos, y sembrada de platitos y cubiertos. Unas flores cortadas del único cantero del patio y colocadas en un frasquito simpático enfundado…