El chico que tocaba tangos en el barco

Hacía varios días que el barco se hamacaba hacia un lado y hacia el otro. Edith, con sus veititrés años ya se sentía una vieja, una mujer grande que vivía cosas que no le gustaban.…

La Fidelidad, esa palabrita de mierda…

 “Yo no soy celosa. Jamás lo he sido ni lo seré”. Cuando Lola dijo eso, dijo mucho más de ella que de los celos que realmente jamás sintió. En una discusión me comprometí a escribir…

La foto del pasillo

Hace unos meses entré a San Nicolás de Bari, la conocida iglesia de la av. Santa Fé, en Buenos Aires, y al salir una mujer con un niño me detuvo preguntándome por algún sacerdote. La…

El único presente

Mirándolo así no había ninguna solución. Por la radio anunciaron que acababa de detectarse un sismo de nueve grados Ritcher en Sumatra y ellos navegaban a escasos cientos de kilómetros de allí. El aviso de…

El Mago

El murmullo de la gente se fue callando hasta que dos o tres “shhh” enmudecieron la plaza. El mago metió sus manos por las mangas de su saco, se quitó y se puso nuevamente los…

La trampa

  Comunmente Gregorio daba dos golpes largos de timbre en la puerta y salía corriendo. Esa era su manera. Podría pensarse que era una cosa de chicos, una travesura que han hecho todos los niños…

Días de pesca

Todas las tardes salía y miraba el mar rugir lejano nutriéndose con la nariz levantada y los ojos cerrados las oleadas amargas de la sal en el viento. El cielo plomizo, como de costumbre, frío,…

La receta del bueno de don Serapio

El camino de tierra que lleva hasta la localidad de Maestro Forcchino en realidad no es de tierra. Es hora de contar algunas cosas que se desconocen de Maestro Forcchino. Esther Anamélida de Salondra era…

La Postal

Después de llenarse la mente de calles de agua y caminos sin semáforos dejó Venecia. Camino a Milán se desvió un poco y se detuvo en un restaurante para comer. En otro restaurante diferente al…

Los Ricos

—Ahora que soy rico, Paula, voy a comprar una lanza alta que se pueda clavar en la arena y que en el otro extremo tenga un equipo de música, con una sombrilla para que no…

Del otro lado del umbral

Noelia corrió un poco la cortina y lo vio bajar de un auto. Cerró la cortina y se quedó pensando. Al ratito sonó el timbre. ¿Qué querría? Esperó. ¿Y ese auto…? Se acercó a la…

La Angustia

Como le pasaba a veces, Marcela llegó a su casa con un vacío desagradable en el pecho. Angustia. Vino pensando todo el camino sobre qué sería eso que le aplastaba en el pecho hasta que…

Y me pintaste de vos con los pinceles…

  —Estamos llegando a Montevideo, Capitán. —Dele aviso al Almirante, yo ahora salgo a cubierta, grumete. —Sí, Capitán. Apenas el grumete cerró la puerta miró por la ventana de su camarote. Abrió las dos hojas…

¿Qué harías…?

—Juan, si vos tuvieras la receta para ser feliz, ¿qué harías? —Sería feliz, sin duda. —Sí, pero la receta la seguirías teniendo en tu poder. ¿Qué harías? ¿La donás a la humanidad o la vendés?…

El ramito de jazmines

Fue hace muchos años. Fue en diciembre, 23 de diciembre de hace muchos años. Yo llegaba con el auto por la av. del Libertador, en Buenos Aires, y en el Palais de Glace doblo en…

«Vení conmigo»

—Ey… —¿mmm…? —¿Qué desayunás? Tengo mate, café, té… —¿Jugo de naranja? —No. —Mmm… mejor. Mate tomo. —Yo también, y acá lo tengo preparado. ¿Te cebo uno? Paula abrió los ojos y levantó con esfuerzo un…

Tu poema…

Me dijiste que lo suba, que publique tu poema, pero que ese no era el tema, sino que por condición me pedías que te nombre. Que escrita te haga mención. Pero eso es imposible porque…

El mensaje

Ese miércoles Paulo llegó a su oficina, dejó el bolso al lado del escritorio. Como en Argentina era feriado trabajaba solo hasta el mediodía, y a la tarde tenía fútbol. Jugaban contra los de la…